October 30, 2025
El paro cardíaco no anuncia su llegada. En esos momentos cruciales en los que una vida pende de un hilo, un desfibrilador externo automático (DEA) puede ser la diferencia entre la supervivencia y la tragedia. Pero este dispositivo que salva vidas solo es tan fiable como su mantenimiento.
A diferencia de los alimentos o los medicamentos, los DEA no vienen con una única fecha de caducidad. Estos sofisticados dispositivos tienen una vida útil que suele oscilar entre 10 y 15 años, pero su eficacia depende por completo de que los componentes se mantengan correctamente. Considere estos factores críticos:
La batería de un DEA es su salvavidas. Los fabricantes especifican fechas de caducidad, pero, como todas las baterías, pueden fallar prematuramente. Las revisiones mensuales periódicas son esenciales, incluyendo:
Los parches de electrodos caducados presentan una doble amenaza: la disminución de la calidad adhesiva reduce el contacto con la piel, mientras que el gel conductor seco dificulta la transmisión eléctrica. La inspección periódica debe incluir:
Aunque los DEA realizan autocomprobaciones automáticas, el mantenimiento exhaustivo requiere supervisión humana. Un programa de mantenimiento sólido debe incluir:
La gestión eficaz de los DEA va más allá del mantenimiento inmediato. Las organizaciones deben considerar:
La sobria realidad es clara: un DEA sin mantenimiento proporciona una falsa seguridad. El mantenimiento regular y exhaustivo no es solo un procedimiento, sino una obligación moral para aquellos cuyas vidas pueden depender algún día de esta tecnología. En medicina de urgencias, la preparación no es opcional; es la base de toda reanimación exitosa.